A menudo llegan a nuestra consulta propietarios alarmados porque sus perros han empezado a toser de forma brusca. Son toses muy fuertes que hacen que el animal se encoja para toser y pueden ir acompañadas de expectoración, hasta tal punto que suelen ser confundidas con atragantamientos y vómitos. Se trata de una patología comúnmente llamada tos de las perreras, aunque el nombre correcto es Traqueobronquitis infecciosa canina. Es una enfermedad respiratoria bastante frecuente en nuestras mascotas causada por múltiples agentes etiológicos como virus y bacterias.
¿Puede mi perro padecer esta enfermedad aunque no haya estado ni vaya estar en una perrera ?
A pesar de llamarse «tos de las perreras» es muy probable que nuestra mascota pueda contagiarse en cualquier parte. Virus y bacterias se diseminan por el aire cada vez que un animal enfermo estornuda o tose. También se transmite por contacto directo entre los hocicos de los animales. Nuestro perro puede contagiarse en el parque jugando con otros, en las residencias caninas o durante un simple paseo. El nombre común de la enfermedad se debe al alto índice de perros enfermos en las perreras, por su bajo nivel inmunitario y su hacinamiento. Pero no nos equivoquemos, que en las perreras sea muy frecuente no quiere decir que fuera de ellas nuestro amigo esté fuera de peligro.
Mi perro tiene tos de las perreras ¿Es grave?
Como en la mayoría de las enfermedades es muy importante acudir a tiempo al veterinario y frenar la enfermedad antes de que pueda agravarse. Diagnosticarlas a tiempo evita que pueda llegar a afecta a las vías respiratorias altas y producir neumonía. Sin embargo, bajo control veterinario la enfermedad suele remitir en pocas semanas, aunque habrá sido una experiencia muy molesta tanto para el perro como para el dueño. Lo mejor es prevenir.
¿Puedo prevenir la tos de las perreras?
Afortunadamente existe la posibilidad de proteger a nuestra mascota mediante una vacuna anual. Podemos poner la vacuna de la tos de las perreras desde una edad temprana.
Una buena comunicación con nuestro veterinario y un buen programa de prevención mejora la calidad de vida de nuestras mascotas. Existen otras vacunas complementarias a las más conocidas, rabia y pentavalente, que previenen enfermedades bastante graves.
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