Si eres propietario de un gato sabrás que son animales muy especiales. Su agilidad, su instinto cazador y su forma de vida los convierte en todo un reto a veces. El estrés en gatos es un fenómeno muy común al tener a estos animales en un piso o el interior de una casa. No es una mascota fácil como podemos pensar a priori. Tenemos que ser conscientes de que aunque no tengamos que sacarlos a pasear como los perros, requieren tiempo y dedicación.
Signos de estrés
Lo primero, como siempre, es descartar que nuestra mascota tenga un problema de salud, si sospechamos de esto debemos acudir al veterinario. El estrés en gatos también puede provocar problemas físicos, ya que afecta a su sistema inmunológico. Incluso llega a provocar alopecias y trastornos alimentarios.
Un gato estresado se mostrará nervioso y agitado. Su conducta puede verse alterada. Por ejemplo, puede volverse más agresivo, no utilizar el arenero, marcar por toda la casa, arañar los muebles, mostrar comportamientos compulsivos, hiperactividad, vocalizaciones excesivas…
Algunas causas comunes de estrés en gatos
Los cambios
Los gatos son animales rutinarios, un pequeño cambio puede afectarles mucho. No los aceptan con facilidad, aunque el cambio no nos sea evidente. Mover muebles o sus cosas a otro sitio, modificar nuestro horario, etc. Cualquier alteración en su espacio o su rutina puede generarles estrés.
Otros animales
La llegada de otros animales tampoco les resulta fácil de aceptar. Los gatos son animales solitarios y territoriales, la aparición de un nuevo miembro les supone una ocupación de su territorio. Incluso si es otro gato, lucharán por mantener su lugar.
Falta de estímulos
Si no tienen qué rascar, dónde escalar, descansar, observar el exterior, jugar o moverse libremente se sienten desmotivados y pueden llegar a estresarse o deprimirse.
Cómo prevenir el estrés en gatos
Si no podemos suprimir los cambios que hayan alterado la vida de nuestro gato, podemos ayudarle a su adaptación. Si el cambio es un nuevo gato podemos establecer territorios colocando suficientes lugares de descanso, alimentación, juego y evacuación. Lo recomendable es colocar tantos areneros como número de gatos más uno.
Si el estrés viene de falta de estímulos, debemos proporcionárselos, mediante el juego, juguetes, rascadores, ventanas (aseguradas) para ver el exterior, etc. Esto facilitará que descargue energía y se mantenga ocupado, reduciendo su estrés. Un rascador estable de varias plantas cumple como zona de juego, descanso y marcaje mediante arañazos.
También podemos ayudarnos de feromonas. Se comercializan en difusor y existen varios tipos: de relajación, para reducir enfrentamientos entre ellos y para redirigir los arañazos donde queramos que arañen. En Vitalcan contamos con todos ellos.
En resumen, el estrés en gatos puede llegar a cronificarse causando problemas de salud. Los gatos necesitan estímulos suficientes en su día a día para liberar energía y evitar problemas de comportamiento. Asegúrate de proporcionarle a tu gato una vida sana y activa y tendrás controlado a tu pequeño cazador.
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