No todos pasamos por una situación de urgencia con nuestras mascotas, pero es cierto que debemos estar preparados por si algún día nos encontramos con la situación.
Las condiciones del veterinario de urgencias no son las mismas que las del veterinario en horario normal. Este personal asume unas horas extras, nocturnidad y posiblemente desplazamiento. Por esta razón las tarifas pueden ser diferentes ya que acarrean unos costes adicionales a las consultas de día.
¿Qué es una urgencia?
Una urgencia comprende toda aquella situación que deba resolverse de forma inmediata porque ponga en peligro crítico la vida del animal.
Las urgencias son evidentes, pero muchas veces el estrés que nos genera ver a nuestra mascota en una situación fuera de la normalidad puede llegar a confundirnos con una urgencia real.
Síntomas de urgencia
Para aprender a diferenciar una urgencia debemos observar con atención los síntomas que presente el animal:
- Síntomas del sistema respiratorio: dificultad para respirar, respiración por la boca en los gatos, respiración muy lenta o muy rápida, mucosas azuladas, ruidos respiratorios…
- Síntomas del sistema circulatorio: mucosas pálidas, pulso débil, bradicardia o taquicardia, hipotermia, hemorragias…
- Sistema nervioso: inconsciencia, convulsiones, parálisis parcial o total, pérdida de reflejo pupilar….
Urgencias frecuentes en la clínica veterinaria
- Politraumatismos: por atropellos, caídas desde altura, peleas con otros animales…
- Intoxicaciones: por medicamentos, productos de limpieza o plaguicidas. Los vómitos o diarreas con sangre son los síntomas que llevan al propietario a acudir al veterinario de urgencia.
- Ingestión de un cuerpo extraño. Esta situación es muy común, sobre todo en cachorros. El propietario puede haber presenciado o no la ingesta del objeto; una radiografía puede confirmarlo. El animal presenta esfuerzos para vomitar, vómitos o babeo. Dependiendo de la zona donde se aloje el cuerpo se necesitará una rápida intervención quirúrgica para extraerlo.
- Convulsiones. Pueden estar asociadas a intoxicaciones o enfermedades nerviosas.
- Golpe de calor e hipotermia
- Reacciones alérgicas
- Quemaduras
- Problemas en el parto. Son frecuentes los casos de perras que no son capaces de expulsar a un cachorro y precisen de una cesárea urgente.
Existen patologías que al no haber sido tratadas por falta de síntomas u otros motivos pueden provocar un cuadro de urgencia. Un ejemplo es la piometra, una infección del útero que va agravándose con el tiempo llegando a producir fiebre alta, secreción purulenta por la vagina y un gran decaimiento del animal llegado el momento.
Hospitalización de animales
Es posible que tras una urgencia el animal necesite hospitalización. A veces esta vigilancia supone la diferencia entre una pronta recuperación y una recaída.
Las razones más frecuentes de hospitalización son:
- Recuperación postquirúrgica
- Observación. Tras un accidente, durante un tratamiento o de la evolución de la patología.
- Animales que precisan soporte vital. Estos animales necesitan de los equipos de hospitalización para sobrevivir.
- Animales que esperan un procedimiento. En ocasiones es necesario estabilizar al paciente antes de comenzar una intervención.
Las urgencias precisan de un personal cualificado, equipos especializados y una vigilancia posterior durante la hospitalización. Todo esto acarrea un esfuerzo extra por parte del personal veterinario, los equipos e instalaciones, así que no es de extrañar que sean servicios con un coste más elevado.
Ahora ya sabes qué es una urgencia y cómo actuar ante ella. Si quieres saber qué hacer ante otros problemas puedes averiguarlo en nuestro blog y ¡Unirte a Vitalcan en Facebook e Instagram!
